Durante décadas se ha hablado de que el planeta requiere personas con un mayor grado de conciencia ecológica que permitan ayudar a preservar el megahogar donde todos habitamos. Se han gastado miles de millones de dólares en campañas publicitarias masivas, muchas de las cuales no han logrado su objetivo, ya que están dirigidas a un complicado segmento -el de los adultos- el cual no está llano o no resulta fácil cambiar sus hábitos. Casi en silencio, otros han apuntado a un nicho que podría modificar todo este escenario negativo y convertirlo en un auspicioso futuro para el planeta: los niños.
LA FAMILIA, EL CENTRO DE TODO
En los padres radica la gran misión de educar a sus hijos de la mejor forma posible. Es así como en el seno familiar se inculca todos los valores personales que nos distinguen a cada uno de los seres humanos. Por ello, no resulta extraño comprobar que esta es la mejor etapa donde pueden inculcarse hábitos ecológicos en los niños.
Con un mundo cada vez más deteriorado, hoy estamos viviendo una era de claros peligros ambientales para el planeta. Es vital entonces tomar medidas urgentes y drásticas que permitan frenar y superar la crisis medioambiental en que nos encontramos, por ello da sentido internalizar que una de estas acciones es -precisamente- poner el acento en la educación integral de quienes heredarán mañana el planeta: los niños.
Por eso quiero compartir algunos sencillos puntos que podrían servir de base para generar una política más sustentable en lo que a educación infantil se refiere, pero que sirve de excelente punto de partida para lograr un futuro más amigable para un planeta que ya no da más.
1.-
“Guaguas Verdes”:
Antes de que
sean plenamente conscientes del medio ambiente que les rodea, podemos ir
inculcando desde la más tierna infancia el cuidado por el planeta. Hay que
acostumbrarlos a usar pañales de tela o ecológicos, o ropa de bebé orgánica, que
permita mantener guaguas libres de químicos, como asimismo acostumbrarlos que
sus alimentos sean de origen orgánico.
2.-
Casas Ecológicas:
Enseñarles a los hijos a preferir productos de limpieza no tóxicos, es un muy buen comienzo para lograr el cambio mental. Para los más pequeños, optar por juguetes de madera -ojalá reciclados- por sobre los productos plásticos fabricados en serie, también sirve para este proceso. Para los mayores, es vital invitarlos a un recreo lejos de los aparatos tecnológicos y salir a descubrir lo que la naturaleza nos ofrece. Es urgente reeditar los juegos de las plazas, las caminatas o redescubrir la naturaleza, todo ello redundará en lograr un niño con fuertes raíces ecológicas.
Enseñarles a los hijos a preferir productos de limpieza no tóxicos, es un muy buen comienzo para lograr el cambio mental. Para los más pequeños, optar por juguetes de madera -ojalá reciclados- por sobre los productos plásticos fabricados en serie, también sirve para este proceso. Para los mayores, es vital invitarlos a un recreo lejos de los aparatos tecnológicos y salir a descubrir lo que la naturaleza nos ofrece. Es urgente reeditar los juegos de las plazas, las caminatas o redescubrir la naturaleza, todo ello redundará en lograr un niño con fuertes raíces ecológicas.
3.-
Regalarles una planta o las semillas de un árbol para que la
cuiden:
El simple hecho de
obsequiarles una planta o un futuro árbol, con las debidas indicaciones para su
cuidado, hará maravillas en un niño ávido de saber porqué crecen, como es su
ciclo de vida y todos los beneficios que esto pueda entregarles. Al lograr que
se interese por ello, hay muchas posibilidades de contar con un futuro defensor
de un mundo más verde e interesado por la
reforestación.
4.-
Enseñar el ahorro de la energía y el agua:
Una excelente lección que puede
inculcárseles a los niños, es animarlos a apagar y desenchufar luces y
aparatos electrónicos que no estén en uso. Mostrarles las cuentas y los gráficos
de consumo de electricidad que allí aparecen antes y después de este ejercicio,
es una excelente fórmula para lograr que asuman un estilo de vida más amigable
con el medio ambiente. Incentivarlos también a cerrar la llave del agua cuando
se lavan los dientes, evitar tirar de la cadena sin razón o tomar duchas cortas,
serán lecciones de vida que jamás debieran olvidar.
5.-
Aprender a reciclar.
El reciclaje es una actividad accesible para los más pequeños de la casa. Generar el hábito de utilizar elementos reciclados en diversas situaciones, crea conciencia y estimula la creatividad. Recoger y separar latas, saber identificar los distintos colores de los contenedores de desechos, son sencillas tareas que ayudan a forjar un futuro hombre o mujer con alto grado de conciencia ecológica.
El reciclaje es una actividad accesible para los más pequeños de la casa. Generar el hábito de utilizar elementos reciclados en diversas situaciones, crea conciencia y estimula la creatividad. Recoger y separar latas, saber identificar los distintos colores de los contenedores de desechos, son sencillas tareas que ayudan a forjar un futuro hombre o mujer con alto grado de conciencia ecológica.
6.-
Aprender a respetar a los animales:
Los niños deben entender que
las mascotas no son desechables. Un perro o gato, no sólo necesitan caricias y
alimentos, sino también respeto como ser vivo. Deben saber qué tipo de
alimentos son beneficiosos y cuáles no, inculcarles el aseo del lugar donde
vivirá, preocuparse de su salud integral y llevarlo a pasear en forma periódica,
sin olvidar recoger sus deposiciones, son parte de los deberes que significa
amar y respetar a un animal. Paseos periódicos por el campo o
lugares donde exista fauna silvestre, le servirán al niño para entender que toda
forma de vida es importante y que tiene un sentido y lugar en este
planeta
7.- Aprender a leer las etiquetas:
Enseñar a los niños a aprender el beneficio de leer las
etiquetas de los alimentos, es impagable. Resulta altamente beneficioso saber
desde muy pequeño poder identificar los ingredientes que son dañinos para la
salud y el medio ambiente. De esta forma, se puede discernir y escoger para uso
propio o de entorno, productos ecológicos o amigables con el medio
ambiente.
Estos sencillos tips
destinados a forjar en nuestros niños (una generación más pareada con el tema
ecológico), se convierten en un deber llevarlos a cabo para inculcar
las bases del cambio hacia un planeta más sustentable y mejor para
todos.
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